Serxu Solares
BARCO HUNDIDO DE SANLUCAR |
En Sanlúcar se acaba el mundo, o empieza; de aquí partió la primera vuelta al mundo en 1519, acaba de hacer 500 años, el próximo 2022 finalizan las celebraciones coincidiendo con el regreso de la expedición. Territorio ligado al agua y a la tierra en el que son famosos sus vinos, especialmente la Manzanilla, las papas (patatas de Navazo) y los langostinos. Pero Sanlúcar es mucho más, es un espacio en el que soñar, en el que desconectar entre sus gentes amables, siempre dispuestas a ayudar y sin mirarte por encima del hombro.
Este blog intenta hablar habitualmente de gastronomía y como sabéis, mis viajes lo son para disfrutar de ella; así que trataré de recorrer ese Sanlúcar gastronómico sin olvidarme de algunos rincones que merece la pena conocer, aunque en ellos no nos den de comer. Acaba de ser elegida Capital Española de Gastronomía 2022, siendo la primera vez que se le concede a una población no capital de provincia o comunidad autónoma, recoge el testigo de la Región de Murcia.
BAÑO DE LODOS DE DOÑANA |
Está a 100 kilómetros de Sevilla, sin comunicación directa por autovía, tocando la provincia de Huelva
con las puntas de los dedos, pero tremendamente lejos, ya que el único acceso por carretera nos obliga a volver atrás, excepto para ir al camino del Rocío que podremos atravesar el mágico parque de Doñana situado justo enfrente. Sanlúcar hay que vivirlo desde tierra, pero es impresionante desde el agua. Yo tuve el enorme privilegio de poder hacerlo de la mano de nuestro amigo Juan, del Bar Juan. Gracias a él, tuvimos la suerte de pasar un día entero en el agua, descubrir el barco semi hundido, sí, para los que en algún momento pensasteis que en la desembocadura del Guadalquivir había una plataforma petrolífera o similar, pues no, es un barco encallado y partido por la mitad, estuario de peces y ya visita turística marítima, actualmente la torre está completamente caída y el barco cada día mas hundido, todo indica a que no pasando mucho tiempo desaparecerá del paisaje sanluqueño. Recorrer el Guadalquivir arriba y abajo y poder llenarnos de lodo hasta los ojos en la curativa orilla de Doñana. Pero quizá lo más atractivo de todo fue el desembarco en la oculta casi siempre isla de Juampur, que solo aparece con marea baja y en la que, si no andas muy bien de manejo, no es difícil encallar. Una jornada altamente recomendable y si tenéis la oportunidad no la despreciéis, porque merece mucho más la pena ir a la playa en la zona del parque natural.
con las puntas de los dedos, pero tremendamente lejos, ya que el único acceso por carretera nos obliga a volver atrás, excepto para ir al camino del Rocío que podremos atravesar el mágico parque de Doñana situado justo enfrente. Sanlúcar hay que vivirlo desde tierra, pero es impresionante desde el agua. Yo tuve el enorme privilegio de poder hacerlo de la mano de nuestro amigo Juan, del Bar Juan. Gracias a él, tuvimos la suerte de pasar un día entero en el agua, descubrir el barco semi hundido, sí, para los que en algún momento pensasteis que en la desembocadura del Guadalquivir había una plataforma petrolífera o similar, pues no, es un barco encallado y partido por la mitad, estuario de peces y ya visita turística marítima, actualmente la torre está completamente caída y el barco cada día mas hundido, todo indica a que no pasando mucho tiempo desaparecerá del paisaje sanluqueño. Recorrer el Guadalquivir arriba y abajo y poder llenarnos de lodo hasta los ojos en la curativa orilla de Doñana. Pero quizá lo más atractivo de todo fue el desembarco en la oculta casi siempre isla de Juampur, que solo aparece con marea baja y en la que, si no andas muy bien de manejo, no es difícil encallar. Una jornada altamente recomendable y si tenéis la oportunidad no la despreciéis, porque merece mucho más la pena ir a la playa en la zona del parque natural.
VISTA DE DOÑANA DESDE EL GUADALQUIVIR |
EL BARRIO ALTO
TERRAZA DEL HOTEL LOS HELECHOS |
El barrio alto es el más auténtico de toda la
ciudad, no apto para todos los públicos, está lleno de pequeñas tascas en las
que poder disfrutar de una Manzanilla, a veces fina, a veces pasada, pero
siempre fresca.
Nuestra base de operaciones es el Hotel Los Helechos, localizado en la plaza de la Madre de
Dios, un 3 estrellas situado en una casa señorial del siglo XVIII, con
habitaciones cómodas, sin lujos, siempre limpias y con un trato familiar. Es
perfecto para olvidarse del coche, eso sí, o tenéis plaza de aparcamiento en su reducido parking o ir
pensando donde tirar vuestro vehículo ya que la zona es imposible para aparcar, cuando reserves no te olvides de la plaza de garaje. Es un establecimiento que cuenta con 56
habitaciones divididas en planta baja y dos superiores, en la última con
un solárium y piscina.
Si salimos de ahí, de Los Helechos, tenemos dos
opciones, ir de frente en búsqueda de la Cuesta de Belén, paralelos al
mercado, o girar a la derecha por la calle Baños, hasta encontrarnos un
callejón en la acera de la izquierda por la que unas escaleras nos llevan al
barrio Alto. Para mi son las dos mejores maneras de llegar, no obstante hay mas
caminos que llevan a nuestra particular Roma. Si lo hacemos por la parte mas
conocida y comercial que es la Cuesta, llegaremos al Ayuntamiento y tomando a
la izquierda, a unos metros, veremos la Iglesia Mayor, el Palacio de la Duquesita, que nos quedarían a la izquierda y hacia la derecha la Plaza de la Paz. Aquí no caigamos en la tentación de varios de los
bares (sigo pensando lo mismo muchas visitas después), con
hermosas terrazas y anuncios sugerentes en pizarras
reclama turistas, El Gallego por ejemplo un sitio donde te cobran la Manzanilla mas cara que en el centro.
MANZANILLA EN EL RINCONCITO |
Sigamos
caminando hasta llegar casi a la esquina y junto al BBVA (ahora cerrado) y frente a la casa del
partido comunista, está Casa Antonio,
un bar de esos que guardan el encanto de la tierra. Para la mayoría resultará incomodo,
pequeño, pero para nosotros está lleno de encantos, de conversación y de
momentos agradables que siempre nos hacen regresar, dispone de una terraza de
la que hemos hecho uso y disfrute, allí siempre solíamos tomar el primer vaso de Manzanilla, acompañado de una tapita, unas olivas, un poco de morcilla, de
butifarra, o una rodaja de chorizón. Pero con el paso del tiempo y las visitas se ha convertido en un habitual del picoteo y es que su cocina es tradicional, sabrosa y bien elaborada. La terraza la suele atender otro Antonio, camarero o Marco el hijo de Antonio. El gordi como cariñosamente se le conoce, es un camarero atento y servicial, que siempre trata de agradar. Disfruten aquí de unos buenos boquerones, las tradicionales acedías, las magistrales puntillitas, siempre que las tenga hay que pedirlas, o los sabrosos salmonetes. No suele faltar cada día uno o dos guisos que complementan la oferta.
A continuación saltaremos la llamativa terraza de El Conejo, no es un sitio que nos enamore, pero desde que está Edu (antiguamente trabajaba en Las Palomas), hacemos alguna vez una parada técnica. Continuamos hacia la calle Jerez. A pocos
metros, la primera a la izquierda nos encontramos con la calle Santiago; en
ella hay un
pequeño bar, El
Rinconcillo, donde Maolito Damián, con sus aventuras de famoseo, os
alagará con sus encantos y un vaso de buena Manzanilla pasada, Barbiana de Delgado Zuleta, acompañada
siempre de una tapa de cortesía, que se vuelve especialmente interesante los
sábados con el ajopapa y los domingos con el arroz. Allí poco más podréis
comer, mas allá de un poco de queso o de chacina, o unos ricos frutos secos de
bolsa individual. Eso sí, guisa como nadie y si sois capaces de juntaros unos
cuantos y convencerle, os preparará una buena comida al mas alto nivel gastronómico.
Es un lugar de encuentro y tertulia que cada día me gusta más, siempre atento a
la jugada y moviéndose con gran maestría. Sus langostinos al ajillo y los arroces son una auténtica delicia, pero lo dicho hay que encargarlo con un par de días y solo de lunes a viernes.
LOS APARCEROS |
Volvemos hacia la calle Jerez y nos
dirigimos a Pozo Amarguillo, estrellándonos de frente con el Bar Juan, antes tendremos de
nuevo una tentación, pero hay que ser fuerte y seguir el camino. El Arquillo ha cambiado recientemente de dueños, siempre está lleno, pero sigue siendo un sitio al que no termino de encontrarle el atractivo, Manzanilla a 1,20€ un precio alto para lo que es el resto del barrio donde en la mayoría de los locales la sigues tomando a 1€ y de la misma o mejor calidad. Esta peña (el Bar Juan), no es un sitio para turistas,
recuerdo que nos costó entrar 3 intentos, los dos primeros, él, pertrechado en
la entrada nos indicó que el dueño había salido, de manera que su guasa nos
hizo buscar otros lares, pero, los que me conocéis ya sabéis que soy
muy terco, tenía algo que me llamaba y me obliga a intentarlo, así que a la
tercera, que dicen que es la vencida, le espeté, ¿otra vez, que eres el guardián que siempre estas tú y nunca está el jefe?. El
tono norteño, le sacó una sonrisa y dijo, es broma hombre, a partir de ahí,
visita obligada en nuestros viajes. Aquí no esperes comodidades, ni taperío,
ni grandes lujos, es un bar humilde, pero lleno de encantos, que no aparece en
las guías, ni lo recomienda Carlos Herrera, ni
esperes encontrarte turistas (cada vez hay mas despistados como yo),
más allá de los intrépidos y valientes.
AJO DE LOS APARECEROS |
Salimos a la izquierda, para bajar Pozo Amarguillo, la calle mas
transitada y con un tráfico loco de toda la ciudad y a pocos metros está Avatar, un local sin aparente atractivo, frio, colorido que mezcla el aspecto de un bar de copas de los 70 y una cafetería de otra época. Dentro, habitualmente al medio día, está Pepe Ramirez, exfutbolista profesional que con su encanto y tertulia futbolera te va a intentar agradar, tiene una nevera llena de diferentes cervezas, alguna vez nos inclinamos por esta, pero normalmente disfrutamos de una buena Manzanilla, tiene dos tipos, Pasada de Bodegas Hidalgo La Gitana y una de las que mas nos gusta y que no encontrarás normalmente por copas, Pastrana en Rama, siempre va acompañada de una tapa, tortilla, chicharrones, algún guiso, huevas o incluso langostinos. Este local tiene en la parte trasera un Karaoke y zona de sofás para la sobremesa o las copas y arriba una terraza que merece mucho la pena.
Seguimos bajando por Pozo Amarguillo y a pocos metros nos
adentraremos en Los Aparceros,
conocido por su famoso ajo campero que ponen a diario de tapa al mediodía y si va
al ritmo de ventas normal, hasta las 14 horas aproximadamente, a veces se acaba
antes, si no la Manzanilla nunca viaja sola, siempre hay un poco de menudo (cocido
de garbanzos con callos y otras viandas),
o en temporada unas habas, o unos chochos (altramuces). Aquí merecen especial
mención su brandy, el amontillado y el oloroso. Es otro de esos bares que tiene
sitio para la barra y poco más, Manolito el de Los Aparceros, siempre te
recibirá con una sonrisa y Luis su pequeño lugarteniente los fines de semana.
Sin dejar el barrio alto, una de las últimas paradas de este recorrido, la tenemos que
hacer, si Paco Félix nos deja, en La
Herrería. Para llegar a ella saldremos a la izquierda donde a pocos
metros nos sorprenderá la Pescadería de Ricardo Catapez con su oferta de
pescados frescos (solo abre por las tardes), ahí giramos a la izquierda de nuevo y unas escaleras nos
llevarán a la calle Trabajadero donde giraremos a la derecha y siguiendo la
carretera nos estrellamos con La Herrería, una antigua herrería donde el padre
de Paco Félix colocó una barra para ofrecer un vino a quien venía a calzar a
sus caballos y hoy en día es un espacio gastronómico sin haber hecho ninguna
obra desde sus orígenes o casi. Otro sitio para no asustarse, venir preparados para los mosquitos y dejarse sorprender por sus raciones a precios de risa,
unos chipirones (no sean exquisitos, aquí no se limpia pescado), unos cachitos
(carne ibérica en trozos), un poco de carrillá, creo que cualquiera de
sus platos merece la pena, eso sí, tienen que saber que si lo que quieren es
seguir tapeando, pidan medias y compartan entre varios o estarán perdidos. En la actualidad cuenta con un alojamiento turístico en la parte superior del establecimiento y cada vez es más conocido por lo que suele estar lleno.
En
la transición y recorriendo a la inversa otra de las maneras de subir al barrio
alto nos encontramos con La Juli, para llegar a ella salimos a la izquierda de La Herrería y cuando nos encontramos con Pozo Amarguillo otra vez a la izquierda, andamos unos metros y llegamos a una rotonda ahí tenemos que tomar a la derecha y a penas a unos metros nos encontramos una auténtica sorpresa que te
atrapa sin darte cuenta, un bar sin letrero que pasa desapercibido en el número
58 de la transitada calle Sebastian El Cano, el mas antiguo de Sanlucar, con mas de 100 años a la espalda, lo regenta desde hace 40 la Juli, tiene
70 aunque nadie lo diría, la mejor Gabriela (Manzanilla) y siempre alguien con
quien terminar charlando mientras te metes en la boca un salado bacalao, algún guiso, unas
olivas Gordal, unos chochos o unas avellanas (aquí llaman así a los cacahuetes). Es un bar que hay que conocer y disfrutar.
Uno de esos locales por los que pasábamos muchas veces pero que no teníamos claro que pudiésemos entrar, pensábamos que era solo para socios, es El Rincón del Costalero, en la calle del mismo nombre, un minúsculo establecimiento en el que Guillermo te atiende con sabiduría y una gran amabilidad, un sitio donde hay una buena Manzanilla que suelen acompañar, habitualmente, de un montadito de tortilla, salchichón o chorizo. Sorprende disfrutar de un buen vino y una buena tapa y pagar 1 € pero estos siguen siendo los encantos de la Capital Española de la Gastronomía 2022.
Frente a la puerta principal de la Iglesia Mayor y justo antes de llegar al Palacio de la Duquesita, en la calle Condes de Niebla, se encuentra el local de la Hermandad de la Vera Cruz, donde podrás disfrutar de una buena Manzanilla. Además tienen unos montaditos abundantes y sabrosos a precios económicos, que suelen ser un buen tentempié para poder seguir disfrutando de la Manzanilla.
MENOS HABITUALES DEL BARRIO ALTO
Situados en la Puerta de Jerez, si cogemos la calle de la izquierda
caminaremos hasta encontrarnos la oficina de Mapfre y allí giraremos hacia la
calle Menacho. Caminamos hasta encontramos haciendo esquina con un pequeño bar
de nombre Manolín, otro sitio
para la barra y poco más, un vino con una tapa de cortesía , pero merece la pena la visita, Manolín es todo un personaje que no se olvida de una cara y siempre va a tener una buena palabra, una broma y sobre todo una sonrisa. Es un sitio que nos
queda a desmano y al que íbamos más cuando terminábamos comiendo en El Navarro en la esquina ya con
la calle Dorado. En mis últimas visitas este establecimiento ya se cayó de la
lista, la calidad de la fritura en cada visita iba a peor y nuestro estómago ya
no lo toleraba.
En la calle Pozo Amarguillo por debajo de Los Aparceros está El Reencuentro, un local donde alguna vez tomamos unas tapas, suelen tener una buena relación calidad precio, si tu idea es comer por el barrio alto es uno donde puedes hacerlo con, habitualmente, garantías de éxito.
En la calle Las Descalzas, justo al lado de El Arquillo está Las Descalzas que son del mismo dueño, pero donde alguna vez comemos un montadito de carne mechá que quita el sentido, este establecimiento tiene mucho éxito a la hora de los desayunos con una amplia variedad de opciones.
Muy cerca de la calle Jerez y la Plaza de La Paz está la calle Monteros en ella se encuentra El Manicomio, es el nombre que se le da a esta taberna de nombre comercial Kearte, allí con las paredes repletas de fotografías del mundo del flamenco, no será difícil encontrarse casi a cualquier hora a alguien cantando o tocando la guitarra de forma espontánea (antes mas que ahora), no se asusten, es un lugar peculiar en el que tomar un vaso de vino, cuando hable de vino aquí siempre me voy a referir a la Manzanilla, si piden un vino, les pondrán una Manzanilla y si piden un mosto, les pondrán el vino blanco joven con el que luego se hace la manzanilla, pero sigo, ese vino lo acompañarán con alguna tapa de obsequio, muchas veces tortilla o queso. Era uno de nuestros habituales en las visitas pero el propietario cada vez mas desagradable, hizo que dejáramos de sentirnos cómodos y solemos saltarlo casi siempre.
En la propia Plaza La Paz y nos encontramos dos locales mas que visitamos de vez en cuando. Bodegón Cari Gordillo, un amplio establecimiento, de estética tradicional, con grandes arcos y barra a la antigua, donde es muy habitual encontrarse a grandes grupos cantando sevillanas y bailando, un sitio donde nunca comemos, pero tiene algo de comer y una buena Manzanilla. También es un sitio donde ir a tomar un café y un pastel por la tarde. El otro es la sede del Partido Comunista, enfrente de Antonio, es un sitio que habitualmente está lleno y que frie magistralmente el pescado, un espacio donde sentarse a comer, pero que nosotros no solemos hacerlo porque preferimos tapear y allí de pescado no sirven tapas y además el servicio es tremendamente mejorable, sobre todo en lo de tratar de agradar al cliente.
Otro de nuestros últimos descubrimientos ha sido La Peña Flamenca Puerto Lucero, en la calle la Zorra, un sitio donde poder escuchar un poco de buena música y tomarse unas cervezas o vinos acompañado de algún picoteo.
EL BARRIO MEDIO Y EL CENTRO
LOMITO Y MANZANILLA LAS PALOMAS |
Si salimos de la Juli hacia la izquierda bajamos
por El Cano y seguimos por la calle Ganado siempre en la acera de la izquierda nos vamos a encontrar con la calle San Miguel, allí giraremos y seguiremos hasta encontrar El Penitente, lleno habitualmente, podremos en este establecimiento disfrutar de un vino acompañado de una buena tapa de cortesía.
Seguimos saliendo a la derecha, caminamos atravesando la Plaza de la Salle y al finalizar la calle San Miguel giramos a la derecha y a 50 metros, llegamos a la calle de La Plata, allí justo en la esquina
está Mil Pesetas, no siempre es parada, porque si no la ruta se
hace muy larga, pero es otro establecimiento con encanto, sencillo, frio y de
poca conversación, pero con una buena Manzanilla y toda la magia de los bares
sanluqueños.
Si decidís bajar por la Cuesta de Belén, como hacíamos nosotros
siempre hasta caer en las redes de la Juli te metes por la parte trasera del
mercado y terminarás en la Trascuesta, en el Despacho de Vinos Las Palomas. Pepe a cambiado al equipo y a puesto al frente a su hija, ahora todo es diferente, ha sabido encauzarlo y suele estar bastante lleno.
La barra suele estar presidida por las papas aliñás y algunos mariscos, casi
siempre hay gambas o langostinos, pero también, galeras, cigalas, incluso algún
buey de mar (ñocla en Asturies). Nosotros allí solemos preguntar cual es el
guiso del día, al medio día suele haber uno o dos guisos, recuerden que estamos
de tapeo, por lo que hay que pedir tapas. El chicharrón, (pídelo caliente y con un chorrito de limón), el lomito ibérico, la
paleta, alguna fritura de pescado, los boquerones y los salmonetitos y por
supuesto el montaito de carne mechá, ese no lo perdonamos, el pan caliente con
un poco de su manteca ibérica especial y la carne mechá dentro, es una
maravilla altamente recomendada, eso sí solo.
Salimos de frente y
atravesamos camino de la Plaza del Cabildo, advertencia esta zona está
repleta de bares para turistas en los que siempre hay mucha gente,
seguro que te harás la pregunta de, ¿por
qué Serxu no me los recomienda?; pues hazte otra pregunta mejor, si Serxu, que
conoce muy bien Sanlúcar, no nos lo recomienda por algo será ¿no?. Nosotros solo
paramos en dos establecimientos de toda la plaza y alrededores; Barbiana, nunca en la terraza,
ahora lo han reformado y ya no tiene las dos barras que tenía antaño, han modernizado el espacio y ganado sitio para disfrutarlo, hay opiniones para todos los gustos, pero yo creo que a pesar de perder alguno de los encantos de tasca, han mejorado, allí hacen las mejores papas aliñás, las mejores sin duda,
sabrosas, en su punto ácido y de aceite y con una melva de primera división. La
ensaladilla de gambas a la que no se porqué razón le añaden pimentón, yo siempre les pido que no lo hagan, el lomito de bellota de quitar el
sentío y la paleta de bellota siempre buena. Aquí
disfrutamos también del chicharrón de corte y si tu economía lo permite, de
unos langostinos de Sanlúcar de considerable tamaño, eso
sí, a 95 – 100 €/kg. lo que significa unos 8 € por pieza. Tienen una buena Manzanilla fina, pero en nuestro caso, solemos pedir la de magnum pasada que es mucho más sabrosa. Es un sitio turístico, igual que
el resto, pero no se pueden ir de Sanlúcar sin probar sus papas aliñás.
TORTILLITAS DE BALBINO |
Otro
sitio en el que nosotros no paramos, pero que si probamos es el afamado Balbino, con la mayor
concentración de camareros por metro cuadrado del mundo, una barra llena de
tapas, pero donde destaca por encima de todo las mejores tortillas de
camarón que yo he probado en mi vida, solo por eso merece al menos una
visita, nosotros solemos dejarla para las ocasiones en las que nos acompaña
Maeve a quien le chiflan, no obstante y especialmente si la visita es en verano, festivos o fines de semana, ármense de paciencia, las colas dan la vuelta a la plaza.
El otro sitio que solemos utilizar para nuestro
disfrute se encuentra en la calle capillita, La
Bellotera, una tienda con unas mesas altas fuera y un par dentro, donde
se come el mejor jamón de bellota de todo Sanlúcar, cortado con maestría a
cuchillo, siempre perfecto, chicharrón frito y unos quesos increíbles, acompañados de Manzanilla San José de Bodegas Barón, posiblemente la mejor marca que se puede tomar en el copeo habitual.
Este no es un sitio económico, pero si proporcionado a lo que ofrecen con una
calidad extraordinaria en sus productos y un buen proveedor para recordar
Sanlúcar en tu vuelta a casa, llevándose por ejemplo las conservas Senra,
una selección de guisos
tradicionales de la gastronomía sanluqueña hechos como en casa, es una conserva
que no lo parece con el que quedar bien seguro, un regalo que lleva dentro un
poco de esta maravillosa tierra, siguen innovando, incorporando referencias y
buscando colaboraciones, hay un proyecto de pizzas que suena muy interesante y
que cuando tenga la oportunidad de probarlas os contaré . Todos los demás
lugares cercanos para nosotros son prescindibles.
CONSERVAS SENRA |
Nos salimos del bullicio y
nos acercamos a la calle Bolsa esquina con Mar, allí está Pedro Hernández, un bar estanco, que
mantiene el atractivo de lo antiguo, el precio del vino del barrio alto, unos buenos quesos y chacinas y algunas otras tapas. Tiene varios tipos de Manzanilla para poder elegir. Merece la
pena la visita por lo bonito que es y para tomar algo está bien.
En la propia la
propia calle Mar hay otros 3 establecimiento que merecen de vez en cuando nuestra
visita. Casi enfrente de Pedro Hernandez está La Niña de Koke,
grande, bullicioso, con opción de tapeo, una oferta en la que se puede parar o
podemos saltar. Casi llegando al final de la calle en la dirección contraria al
tráfico, es decir
saliendo de nuestro último establecimiento a la izquierda y
cruzando de acera está Vilimar una tienda de vinos en la que
puedes tomarte un vino y tertuliar un poco de fútbol con su propietario, Luisito, exjugador
profesional de fútbol. Aquí tiene también esa Manzanilla que tanto nos gusta, San José y además una nevera en la que hay unas anchoas de quitarse el sombrero, algún queso muy interesantes y siempre alguna lata llamativa. Es la tienda con mayor variedad de vinos de toda la ciudad. Finalmente y en el extremo contrario de la calle ya
camino de nuestra siguiente visita nos encontramos la Taberna de Argüeso; en la propia bodega, el sitio más
sofisticado de todos en los que paramos, con precios elevados y que si te
quieres dar un capricho, pídete en la barra el espectacular Sashimi de Atún
rojo y el chicharrón de atún, ambos fuera de serie, eso sí, ármate de
paciencia (IMPORTANTE: consultar previamente las restricciones actuales que aplica el establecimiento).
JAMÓN DE LA BELLOTERA |
Ya de vuelta y antes de regresar a Los Helechos, hay dos paradas
obligadas y una tercera cuando llegamos. Al inicio desde donde venimos de al
calle Ancha, hay un callejón a la derecha, calle Santa Ana, ahí está La
AJO MOSTO DOMINGUEZ |
La
otra es El Mosto Domínguez
(el letrero dice Bodegón pescaito frito); este local es fácil de identificar,
con un gran portón verde muy cerca de todo y lo suficientemente apartado para no contaminarse de excesivos turistas, en la calle
Ruiz de Somavía,
encontrareis un poco del barrio alto, Manzanilla a los precios de
arriba y tapas a precios razonables, sus capirotes de gambas, el adobo, gambas
a buen precio. Es un sitio donde solemos tomar la última tapa antes del postre,
Adrián es un excelente anfitrión.
El
punto final, cuando llegamos, lo solemos poner en la Bodega La Cigarrera, una espectacular bodega, llena de
botas, donde en su patio disfrutamos alguna vez de cena con flamenco en
directo, pero donde siempre gozamos de su increíble Pedro Ximenez; esta bodega está
muy cerca del mercado por una de sus entradas, ofreciendo la posibilidad de
comprar en él y por 4 o 5 € te lo preparan. Es una oportunidad para poder
probar el langostino de Sanlúcar si tu bolsillo no te permite pagar el precio
de los bares, pero también de disfrutar cualquier pescado o carne.
EL BARRIO, EL PINO Y BAJO DE GUÍA
PESCAITO EL CARLOS |
Seguramente cualquiera que haya leído algo sobre Sanlúcar alguna
vez, estará diciendo, “este hombre no conoce la ciudad”, no citó Bajo Guía. Pues si claro que la
voy a citar, como un sitio muy bonito para visitar, de paseo o por la playa,
nunca os sentéis en una terraza o preparar la cartera, pero bien preparada, mi
máxima recomendación es la barra del Poma.
No obstante, si no tenéis problemas económicos, la materia prima que allí se
mueve es de primera, hay sitios de mucho renombre como el Bigote, donde seguro disfrutareís de productos de gran
calidad y magníficamente preparados, lo que ocurre es que a mi personalmente,
lo que me gusta de Sanlúcar de Barrameda es otra cosa, son sus gentes, sus
bares, sus tapas, una forma mucho mas ríca y económica de conocer la esencia de esta tierra.
Pero perdiéndose caminando un rato por detrás de Bajo Guía, está
el Barrio, una zona con bodegas
TOMATE EL CARLOS |
En esa misma calle tenemos El Pili en el número 16, un establecimiento con encanto, en el que tomar una buena Manzanilla de la E y siempre acompañada de una rica tapa, el domingo suele hacer ajo campero. Justo al lado está La Chucha, otro de esos sitios para no asustarse, pero donde poder tomar una Manzanilla simplemente o picar algo.
Allí cerca en la calle Rubiños está Hermanos Chachón, otra tasca, modernizada, con comedor y donde disfrutamos de algún vino, no hemos probado a comer, pero si es de los de hacer ruta, cuando estás por el Barrio y en la esquina con San Salvador hay que parar en La
Taberna der Guerrita, su Manzanilla es de calidad, con varias a elegir, pero lo interesante
de este establecimiento es su carta de vinos y su sala de catas en la que se
organizan saraos enológicos muy interesantes y a los que hay que estar atentos, por supuesto hay una buena oferta gastronómica.
En esta zona hay muchos mas establecimiento, por ejemplo en la calle Pirrao esta Hermanos Boja, un local de barrio, a la antigua y en la que podrás disfrutar de buena Manzanilla, siempre acompañada de una generosa tapa, en esta misma calle esquina con Sargenta, nos encontramos con el famoso Colorao, un sitio donde disfrutar de abundante pescado a precios razonables, pero que para nosotros no tiene el encanto de otros establecimientos.
Y ya en El Pino, a pocos metros de allí en la Escalera del Paseillo esquina con San Diego de Alcalá, uno de esos locales locos, que hay que descubrir, a nosotros nos encanta, pero hay que ir con ciertos cuidados y advertencias, el Palomito, hijo del famoso policía local de la época el Palomo, es un personaje muy peculiar, gigante, de voz potente y carácter divertido pero marcado, manda en su casa y hay que entenderlo para comprenderlo. Hablo De la Peña El Cincho (elemento de correas tradicional para llevar los pasos de Semana Santa, único de Sanlúcar de Barrameda y que hoy en día solo utiliza una cofradía), en este establecimiento habitualmente con cada consumición suele poner abundantes tapas, pero si quieres disfrutar su cocina, déjate llevar, si tiene cazón fresco, no puedes dejar de probarlo. Eso sí, este es un sitio para ir a comer si pides platos, porque es abundante y seguro que no te olvidarás del sitio, o te vas asustado o enamorado, no suele haber término medio.
RESTAURANTES
SPAGHETTINIS DE PLANCTON SOBRE CARPACIO DE GAMBAS |
Y vamos a comenzar para ello con un espacio del que ya hemos hablado y recomendado para tomar un vino y comer unas tapas en la barra (antes del COVID19 se podía, ahora hay que consultar), me refiero a la Taberna de Argüeso, en la calle Mar, 2. Este restaurante es un contenedor moderno, cuidado de imagen, con una cristalera que da a la bodega, donde podemos disfrutar de la siempre atractiva vista de las botas, su cocina es de corte asiático, con atractivo, platos bien elaborados, de calidad y con un buen atún. Si te gusta el sushi, tataki y compañía seguro que lo vas a disfrutar. Su oferta de vinos adecuada y por supuesto los vinos de Argüeso son protagonistas.
Siguiendo este restaurante, vamos a dar un paso hacia el que considero el mas creativo de la ciudad, se trata de El Espejo, en
la calle Caballeros, 13 en el lateral del Ayuntamiento, el local está lleno de encantos, su decoración casi viene dada ya por el propio edificio, pero se han cuidado los detalles y pretende ser un sitio gourmet de nivel buscando acariciar la soñada estrella Michelin. Con platos bien elaborados, creativos y llenos, habitualmente, de atractivos, su servicio es en ocasiones mejorable y su carta de vinos acorde al establecimiento, los precios son adecuados a la calidad del producto que estamos disfrutando.
VERDURAS DE NAVAZO CON SALSA DE TOMATE |
Continuamos nuestro camino y tenemos una visita muy interesante, Doña Calma
, calle Director Julian Cerdán, 8. Seguramente el local menos atractivo en cuanto a su decoración y demás, es decir que no busques la elegancia de El Espejo o de Argüeso, este es mas informal, ruidoso, a pie de playa y con un servicio informal, desenfadado, pero tengo que decir que es el sitio donde mejor he comido de los que aquí recomiendo, imprescindible disfrutar de su atún, en cualquiera de las modalidades y formas, tiene una carta atractiva y una selección de vinos adecuada.
DADITOS DE ATUN ROJO AL TOQUE PICANTE |
Entrebotas, es el restaurante de la Bodega La Gitana se entra por su lateral por la calle Banda Playa, tiene una zona de copas perfecta para disfrutarla en verano y el restaurante se divide en dos espacios uno interior y otro exterior, ambos de decoración cuidada y con mobiliario moderno y cómodo. Tiene una amplia carta en la que podrás disfrutar de diferentes elaboraciones en frio y caliente, con una selección de pescados y carnes y una buena oferta e arroces y fideos elaborados al modo de levante, en paella grande y todos los granos tocando el fondo. Altibajos en sus elaboraciones pero en general bien, para mí es mejor disfrutarlo fuera de su época mas fuerte ya que al estar en una zona muy turística puedes encontrarte con grupos, con niños y romper el encanto del establecimiento. La carta de vinos, aunque lógicamente está protagonizada por os propios de la bodega, tiene mas opciones de Sanlúcar y una buena oferta que incluye tintos, blancos y varios Champagne.
Chiringuito Vida Mía se puede
llegar por la playa de Las Piletas, está al final de esta o por la carretera 1498. Dispone de una carta de día y una de noche, el enclave es espectacular, sobre todo para vivir los mágicos atardeceres sanluqueños, yo he estado en un par de ocasiones una para disfrutar de una copa por la tarde y ahí cumple sin duda las expectativas y la otra para una cena. La oferta de la noche es atractiva, de hecho, sobre el papel fue lo que me hizo elegirle. Luego los platos tienen altibajos, pero son en ocasiones desilusionantes, las elaboraciones en general correctas. El servicio es un quiero y no puedo, creo que aunque hay que asumir que estás en un chiringuito de playa, los precios del mismo, la oferta, la decoración y lo que pretende ofrecer, requiere otra forma de hacerlo. Yo quiero darles otra oportunidad, porque me habían hablado muy bien de él y puedo entender que fuera un mal día. Pero para ser el establecimiento de Sanlúcar donde mas he gastado, os aseguro que no es ni de lejos en el que más he disfrutado.
SUSHI VARIADO |
Poma
en Bajo de Guía, uno de los clásicos y que ya recomendamos su barra un poco mas arriba, es un establecimiento de corte tradicional, en el que se guisa bien y sus elaboraciones son clásicas, tradicionales y sin grandes pretensiones gourmet, comer en la mesa de la ventana del comedor de arriba te garantiza unas vistas fantásticas del Guadalquivir y de Doñana, aunque solo hay una mesa así. Pero hay un plato que si que quiero destacar su plato de gambas blancas crudas en aceite de oliva virgen extra una auténtica delicia.
GAMBAS CRUDAS EN AOVE |
Puerta Victoria en la calle de la Victoria, 7. Otro establecimiento en la zona del lío, en pleno bullicio, junto a la Plaza del Cabildo y donde comer en verano resulta complicado, pero este establecimiento se sale de la norma de la zona y se atreve con algunas propuestas interesantes, los platos están bien elaborados y la relación calidad precio es correcta, a mi ya sabéis que me gustan poco las terrazas y prefiero el interior, pero vosotros mismos. No esperéis grandes cosas pero sí podéis disfrutar de alguna ensalada divertida, de un poco de atún y algún postre con encanto. Su carta de vinos bien.
SITIOS QUE VISITAR
RELOJ DE SOL DE BAJO GUÍA |
Justo al lado del Mercado de Abastos, en La Cobachas han abierto el CIMA (Centro de Interpretación de la Manzanilla), donde podrás conocer la historia y forma de elaboración de este vino único. Desde Bajo de Guía salen las excursiones a Doñana, podéis informaros en la Fábrica de Hielo. A 5 minutos de Bajo de Guía tenéis la Playa de Las Piletas, que empalma con la de la Jara y continua hasta Chipiona, también hay playa en la zona de Bajo de Guía y sigue hacia el Baluarte de San Salvador, es otra visita interesante la de esta fortaleza, aunque desgraciadamente se encuentra en bastante mal estado. Para llegar a ella tenéis que dirigiros hacia Bonanza y entrar por la calle San Salvador y ya que estáis allí si vais en algún vehículo podéis continuar hacia las Salinas de Sanlúcar Proasal pertenecientes al Parque Nacional de Doñana, un espectáculo blanco que merece mucho la pena, en sus balsas podréis observar a los flamencos y otras aves que suelen alimentarse allí. Poco después os podréis adentrar en el Parque de Doñana, no circulando por encima de los 20 km/h. en este tramo os permiten pasar con el coche atravesando el pinar. Luego se puede volver con mucho cuidado (es poco recomendable para vehículos que no sean altos), por una carretera poco asfaltada que atraviesa la Algaida, el campo de Sanlúcar con kilómetros de líneas de huerta e invernaderos.
Volvemos hacia la zona centro y tenemos una visita obligada. Hay que subir a la Cafetería del Hotel Guadalquivir, en su última planta al módico precio de un café 2,5 - 3 € tendréis unas vistas espectaculares de todo Sanlúcar con una terraza al este y otra al oeste, pero sobre todo si tenéis suerte de poder pillar sitio y ver el atardecer, es emocionante, suelen acompañarla de música tipo Juego de Tronos, en fin un espectáculo que merece la pena vivir. Callejear hacia la Plaza del Cabildo entrando por la Plaza de los Cisnes, donde hay algunas construcciones históricas muy bonitas. En la calle Capillita, casi frente a la Bellotera, está la Capillita del Carmen. Saliendo hacia la calle Ancha, tomamos a la izquierda y seguimos caminando. Cuando la calle se estrecha, continuamos hacia la Bodega Argüeso,
BALUARTE |
encontramos justo al lado de ésta, en la esquina la Parroquia de Santo Domingo, una iglesia del siglo XVI construida a expensas de la Casa de Medina Sidonia. Seguimos caminando sin dejar ese mismo camino y llegamos a la Iglesia de San Francisco, merece la pena la visita interior con atractivos espacios con retablos impresionantes. Si al salir a la calle Ancha desde Capillita decidimos ir a la derecha, a pocos metros nos encontramos con la Biblioteca Municipal y justo detrás de ella la Iglesia de los Desamparados.
Continuamos caminando, bien por la Trascuenta o por la calle Bretones, que nos llevan a la Cuesta de Belén y llegando al Mercado de Abastos, lleno hasta la bandera normalmente por las mañanas y visita muy interesante, justo al lado las mencionadas Cobachas y el CIMA. Al coronar la cuesta está el Ayuntamiento con unos jardines muy interesantes para visitar y poder hacer algo de “sesioneo”. Ya estamos en el barrio alto, a izquierda y derecha desde ahí nos encontraremos con viviendas tradicionales y algunos edificios con mucho atractivo. Si vamos hacia la derecha veremos a pocos metros siguiendo el sentido del tráfico la Basílica de Nuestra Señora de La Caridad, la bodega La Guita y cuando finalizas ésta, miras a la derecha y podrás hacerte el selfie en la Puerta de Rota. Bordeas entonces la bodega y por la calle Monteros (aquí ya habíamos estado antes en el Manicomio). Nos encotramos en la Plaza de la Paz y si vamos por la izquierda (aquí también estuvimos en Antonio) nos estrellamos con el Palacio de la Duquesa de Medina Sidonia (la Duquesita) y la Iglesia Mayor de Nuestra Señora de la O, en esta hay visitas al campanario con unas vistas espectaculares de la ciudad.
Bordeamos la iglesia en dirección contraria al tráfico por la calle Luis de Eguilaz y vemos a derecha e izquierda varios edificios de Bodegas
CASTILLO DE SANTIAGO |
Históricas la mayoría de Barbadillo, hasta llegar al Castillo de Santiago, muy bien conservado. Aquí tenéis la opción de pasear por fuera o pagar la visita interior. Justo al lado del castillo se encuentro el Museo de la manzanilla de Bodegas Barbadillo y entre uno y otro hay una calle que te lleva de nuevo abajo; no obstante, yo os recomiendo bajar por la otra cara por la calle Cava del Castillo, donde nos encontraremos un monumento muy atractivo a los fusilados en Sanlúcar por la defensa de la República. Y allí nos encontramos un palacete lleno de encantos y unas escaleras que te llevarán abajo también. Finalmente, y si estáis en la fecha, no os podéis perder las famosas Carreras de Caballos en la playa, o las Procesiones de Semana Santa, independientemente de las creencias ver bajar o subir los pasos por la Cuesta de Belén es impresionante. Ya os lo podréis imaginar los que la subáis andando.
VISITAR ALGUNA BODEGA
BODEGA ARGÜESO |
Estando en la tierra de la Manzanilla y de los vinos generosos hay que visitar una bodega o varias y descubrir el “Milagro Andaluz”. Hay muchas que tienen visitas y en casi todas estas son total y absolutamente turísticas, hechas, por lo general, por guías turísticos cuyo conocimiento es mucho mas histórico que técnico, pero así y todo nos encontramos con algunas personas muy apasionadas que nos contarán las cosas muy bien. Todo depende de lo que busquéis y que tipo de viajeros seáis. Casi frente al hotel Gualdaquivir está Hidalgo La Gitana, es una bodega gigante con visitas diarias y bastante interesante, se puede hacer con niñ@s, aunque es muy probable que se aburran. También por el centro tenemos La Cigarrera (ya conocemos su taberna), Argüeso, de las visitas más técnicas, no es muy grande, pero si muy bonita (también conocemos su taberna) y Bodegas Portales Pérez, la mas pequeña de todas, visita con cita previa, pero merece la pena, es la visita mas técnica con diferencia de todas, la visita más privada y con una cata de vinos que si se acerca el propietario será mucho mas interesante. Además, saliendo hacia Chipiona junto al hospital nos encontramos con la bodega de Delgado Zuleta, y junto al castillo de Santiago la de Barbadillo, para mí la mas turística, concurrida y aburrida, pero merece la pena ver sus enormes bodegas llenas de botas. Estos son solo algunos ejemplos de las muchas que hay.
En definitiva, Sanlúcar es un sitio donde encontrarse bien, un destino lleno de magia y del que es muy fácil enamorarse. Conozco varios casos de personas que llevan visitándola 20 o 30 años, algunos que se compraron casa y pasan largas temporadas y otros como yo que no podemos resistirnos a visitarla 5 o 6 veces al año. Pasar unos días en Sanlúcar es desconectar, cambiar el ritmo y vivir de otra manera, pero para ello hay que conocerla, hay que vivirla como la viven sus gentes, si no, serás un turista más y seguro que no la descubrirás en su esencia.
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