De los huevos de Dalí a los de Serxu solo hay un plato


El Arte
Salvador Dalí
Nació en Figueres (Girona) el 11 de mayo de 1904 y murió el 23 de mayo de 1989. Fue especialmente durante el final de su vida un pintor calificado por muchos como raro, sus excentricidades muchas veces convertidas en locuras, nos sorprendieron a todos y todas, lo innegable fue su  obsesión y fascinación por la gastronomía y el reflejo de la comida en sus pinturas, esta  se recrea en un libro de la periodista gastronómica española residente en Italia Marina Cepeda, "El Surrealismo en la cocina entre el pan y el huevo: en la mesa con Salvador Dalí" que gira en torno a la comida que fue fuente de inspiración de las obras del pintor. En muchas de las obras de Salvador Dalí aparecen alimentos, entre ellos el pan, los huevos o las chuletas que se deslizan sobre la espalda del retrato de Gala, la mujer y musa del pintor. En este libro podemos encontrar algunas "leyendas" como la que hace referencia a un queso Camembert derretido en una calurosa tarde de verano que se dice inspiró a Dalí los famosos relojes blandos que aparecen en varias de sus obras. Pero hay quien dice que la presencia de la gastronomía en las obras del artista no es casual, sino que se debe a que Dalí quería ser cocinero cuando tenía seis años, se dice también que el pan y el huevo eran los alimentos imprescindibles para Dalí, el pan por ser base de la alimentación de casi todas las culturas y el huevo porque para el artista era el símbolo de la fecundidad. 

 

“Pan francés medio con dos huevos al plato sin el plato, a caballo, intentando sodomizar a una miga de pan portugués”.

1932 - Oleo/Tabla (16 X 22) firmado y fechado en la parte inferior derecha Gala Salvador Dalí. Toyota Municipal Museum or Art. Toyota Aichi





La gastronomía
“El Pan francés medio con dos huevos al plato sin el plato, a caballo, intentando sodomizar a una miga de pan portugués se convierte en los huevos de Serxu montando a la patata que trata de penetrar un pan crujiente con pimientas y virgen”

Hay muchas formas de comer unos buenos huevos, cuando un loco como Dalí influye en un loco como yo, el resultado no se sabe cuál puede ser, el experimento me pareció que está lleno de atractivos para disfrutar de unos huevos de manera diferente, en este caso los míos, los de Serxu.

Los huevos de Serxu montando a la patata que trata de penetrar un pan crujiente con pimientas y virgen.

 

Ingredientes por persona:  1 patata, un huevo, una lamina fina de pan crujiente al aroma de pimientas y aceite de oliva virgen extra arbequina, sal en escamas.

Preparación : Lavamos bien la patata hasta quitarle todos los restos de suciedad de la piel, le quitamos las puntas abundantemente y la laminamos lo más fina que podamos, freímos el resultado, hasta que estén prácticamente hechas, sacamos y dejamos escurrir en un papel secante, las disponemos en un molde redondo o cuadrado que soporte el horno apretándolas bien para que no queden huecos, disponemos el huevo encima y lo llevamos todo al horno hasta que el huevo este cuajado y la yema viva, sacamos del horno quitamos el molde y clavamos en la yema hasta llegar a la patata el pan de manera que esta se rompa y vierta su jugo.

El pan crujiente: laminamos pan del tipo que más nos guste, muy fino, preparamos una mezcla de varios tipos de pimientas machacadas o molidas con aceite de oliva virgen extra de la variedad arbequina, pintamos con un pincel el pan y lo ponemos en el horno hasta que este crujiente, dependiendo del horno esta operación puede tardar más o menos pero hay que vigilarlo porque suele ser rápido y corremos el riesgo de quemarlo, podemos hacerlo a la vez que el huevo y todo estará caliente.

El Maridaje: Un buen cava brut nature es una opción excelente, una cerveza de carácter, como la la Snake Dog de Flying Dog, o menos lupulada pero tambien potente Gruttenbier podrían ser buenas opciones, si lo que quieren es beber un tinto, busquen uno joven, o con una corta crianza, algo que se pueda tomar fresco a 13 -14 ºC y no con mucha carga de tanino por ejemplo un tempranillo como el Zuazo Gaston, también le puede ir bien un rosado con cuerpo y atractiva acidez como el siempre elegante Santa Digna de la bodega chilena de Torres, incluso algunos blancos especialmente los fermentados en barrica o con crianzas largas, podriamos dar como ejemplo el Belondrade & Lurton.

Flying Dog Snake Dog
                             
 
Tipo: Indian Pale Ale
Grado Alcohólico: 7,1% vol.
Origen: USA
Tamaño Botella: 35,5cl.
P.V.P.: 4 €

Marcada nariz floral del lúpulo, pequeños matices especiados. En boca es muy amarga, de carácter y con una buena colección de aromas florales, fresca y sabrosa.



 
Algo más sobre la cerveza:
La historia de Flying Dog es curiosa, la idea del perro volador surgió en 1983, como metáfora de "conseguir lo imposible", tras una ascensión al Himalaya que resultó un fracaso absoluto. No fue hasta 1990 cuando se fundó esta microcervecería independiente americana en Aspen, Colorado, abierta en aquel momento por George Stranahan y Richard McIntyre en forma de brewpub, conviertiendose en la primera cervecería que abría en la ciudad en 100 años y una de las primeras independientes de la región de las Montañas Rocosas. En 1994 abrieron una fábrica de cerveza en Denver, Colorado, pero pronto se quedó pequeña, "consiguieron lo imposible", convirtiéndose en una de las cerveceras con más renombre a nivel mundial, reconocida por la alta calidad de sus productos.  En 2006 compraron unas modernas instalaciones en Fredrick, Maryland. En la actualidad, las etiquetas de las botellas que contienen el medio millón de cajas que venden al año están decoradas con las ilustraciones de Ralph Steadman y las palabras de Hunter S. Thompson, padre el periodismo Gonzo.

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