Serxu Solares
Taberna El Cencerro
C/ Decano Prendes Pando, 24
Xixón/Gijón - 984 391567
Día de Cierre: Domingos de
tarde y lunes
Precio Medio: 40 €
Calificación: 8,5/10
(Restaurantes)
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| Aperitivo |
Perdido entre las sombras de la
calle Prendes Pando, en la parte menos comercial de esta, como si huyese del
tumulto, de los espacios más visitados, reivindicándose como lo que es, un
espacio para los creyentes en la gastronomía, para los amantes de los buenos
vinos y las viandas atrevidas, allí casi desapercibida está la casa de Vivi, la
taberna El Cencerro. Un pequeño lugar que se hace grande cuando te adentras en
sus platos y en sus vinos, cuando te dejas guiar por la magia gastronómica de
un lugar encantado, levitando sobre sus carnes, llorando su atún rojo o
viajando en el tiempo entre sus panes. El Cencerro es un lugar en el que
siempre te sientes cómodo, un lugar en el que puedes comer y comer, beber y
beber hasta perder el sentido, porque es muy fácil navegar entre platos, vinos
y destilados. Su basta experiencia les hace ser atrevidos, una propuesta a
caballo entre lo clásico y la vanguardia entre la contención y el atrevimiento.
Sugerentes propuestas
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| Excelente propuesta |
Son muchas las visitas a esta
casa en todos estos años y algún que otro artículo escrito. No obstante, creo
que no está todo escrito y a ello voy a enfrentarme.
Para nosotros un imprescindible,
especialmente si Maeve entra en la ecuación, suele ser la carne, una de sus
especialidades y con una oferta en la que podemos encontrarnos desde una vaca
vieja a un wagyu, todas ellas siempre en perfecto estado de punto de maduración
y servidas sobre un recipiente caliente para poder hacerla al gusto. Si solo de
carne hablásemos El Cencerro, seguramente no sería lo que es, pero en esta casa
podemos comenzar disfrutando de unas croquetas de centollo con un ali oli de
calamar que son un escándalo, seguir con el calamar laminado y torrezno de
sepia, que seguro no te deja indiferente o el pulpo braseado y patata
revolcona, sin olvidarse de alguno de
los platos fuera de carta, si tenéis oportunidad no dejéis pasar el tartar y/o
el tataki de atún rojo, sería imperdonable, es una auténtica delicatesen
preparada con gran maestría. Pero si te animas con una ensalada, dos son las
que conozco y no sabría cual de las dos recomendarles, si la de queso de cabra,
piñones, uvas pasas y jamón, o de la de jamón de pato con tomates escarchados,
cualquiera de ellas te sacará del aburrido verde. Uno de los entrantes que mas
me sorprendió de las últimas visitas fue la burrata, acompañada de chocolate
rallado, con un espectacular sabor, esa cremosidad que se pelea con la ligereza
de su parte exterior, un queso que quiere ser nata, una nata que quiere ser
yogur, un yogur que quiere ser queso, una armonía de sabores que te despista de
continuo y que para los amantes de los lácteos resultará una experiencia deseosa
de repetir.
El Cencerro es, en definitiva, un
lugar en el que sentirse a gusto y sentarse a disfrutar, un espacio en el que
la gastronomía se respira por todos los sentidos y en el que cada una de sus
incomodidades se compensa con los placeres del buen servicio, el buen vino y el
buen plato.
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